Del mismo modo en que el cáncer afecta su salud física, también puede ocasionar una amplia variedad de sentimientos que usted no está acostumbrado a enfrentar. Asimismo puede hacer que muchos sentimientos parezcan ser más intensos. Estos sentimientos pueden cambiar a diario, cada hora o incluso cada minuto. Esto es cierto ya sea que usted esté actualmente en tratamiento, haya terminado el mismo o sea un amigo o familiar del paciente. Todos estos sentimientos son normales.
A menudo los valores con los que se crió afectan su manera de pensar y de hacer frente al cáncer. Por ejemplo, algunas personas:
Sienten que tienen que ser fuertes y proteger a sus amigos y familias
Buscan apoyo y recurren a seres queridos u otros supervivientes de cáncer
Piden ayuda a consejeros u otros profesionales
Recurren a su fe para que les ayude a sobrellevar la enfermedad
Sea lo que decida hacer, es importante que haga lo que es adecuado para usted y no se compare con otras personas. Sus amigos y familiares pueden compartir algunos de los mismos sentimientos. Si se siente a gusto, comparta esta información con ellos.
Agobio
Cuando usted se entera por primera vez de que tiene cáncer, puede sentir que su vida se sale de control. Esto podría ser porque:
Se pregunta si va a vivir.
Su rutina normal se ve interrumpida por visitas al médico y tratamientos.
La gente usa términos médicos que usted no entiende.
Siente que no puede hacer lo que le gusta.
Se siente indefenso y solo.
Aun cuando usted se siente sin control, hay formas de volver a controlar la situación. Trate de informarse tanto como pueda acerca de su cáncer. Pregunte a su médico y no tema decir cuando no entiende algo. Además, muchas personas se sienten mejor si se mantienen ocupadas. Usted puede participar en actividades tales como música, artesanías, lectura, o aprender algo nuevo.
"Al principio me sentí abrumada. Pero después de conseguir información, me sentí tranquila al hablar de mi cáncer con mi médico y preparada para tomar decisiones sobre mi tratamiento".
Lorna
Negación
Cuando usted recibió el diagnóstico por primera vez, es posible que le haya costado creer o aceptar el hecho de que tiene cáncer. Esto se llama negación. Puede ser útil ya que puede darle tiempo para adaptarse a su diagnóstico. La negación puede también darle tiempo para sentir esperanza y más optimismo para el futuro.
A veces, la negación constituye un problema grave. Si dura demasiado tiempo, puede impedirle recibir el tratamiento que necesita.
La buena noticia es que la mayoría de las personas superan la negación. Generalmente, para cuando empieza el tratamiento, la mayoría de la gente acepta el hecho de que tiene cáncer y sigue adelante. Esto es cierto para aquellos con cáncer, así como para las personas que ellos aman y por las que se preocupan.
Enojo
Las personas con cáncer a menudo sienten enojo. Es normal que se pregunte, “¿por qué a mí?" y sienta ira contra el cáncer. Es probable que también sienta enojo o resentimiento con sus proveedores de asistencia médica, sus amigos sanos y sus seres queridos. Y si usted pertenece a alguna religión, puede que también esté enojado con Dios.
El enojo, a menudo, se origina de sentimientos difíciles de mostrar, tales como miedo, pánico, frustración, ansiedad o impotencia. Si siente enojo, no tiene que aparentar que todo está bien. El enojo puede ser útil dado que puede motivarle a actuar. Hable con su familia y amigos acerca de su enojo. O, pídale a su médico que le refiera a un consejero.
Temor y preocupación
Asusta oír que uno tiene cáncer. Es posible que tenga miedo o preocupación de:
Sentir dolor, ya sea debido al cáncer o al tratamiento
Sentirse enfermo o verse diferente como resultado de su tratamiento
Encargarse de su familia
Pagar sus cuentas
Conservar su trabajo
Morir
Algunos temores al cáncer se basan en historias, en rumores o en información equivocada. Generalmente ayuda estar bien informado para hacer frente a los temores y a las preocupaciones. La mayoría de la gente tiene menos temor cuando conoce la realidad. Sienten menos temor y saben qué esperar. Aprenda acerca de su cáncer y entienda lo que puede hacer para ser un participante activo en su cuidado. Algunos estudios incluso indican que las personas que están bien informadas sobre su enfermedad y tratamiento son más propensas a seguir sus planes de tratamiento y se recuperan del cáncer más rápidamente que quienes no lo están.
"Leo todo lo que puedo encontrar acerca de mi cáncer. Imaginar lo peor es más aterrador que saber lo que podría suceder. Tener todos los datos hace que tenga mucho menos miedo".
Mauricio
Esperanza
Una vez que las personas aceptan que tienen cáncer, a menudo sienten esperanza. Hay muchas razones para sentir esperanza. Millones de personas que han tenido cáncer están vivas hoy en día. Sus posibilidades de vivir con cáncer —y de sobrevivir al cáncer— son mejores ahora que nunca antes. Y las personas con cáncer pueden llevar vidas activas, aun durante el tratamiento.
Algunos médicos creen que la esperanza puede ayudar al cuerpo a superar el cáncer. De modo que, los científicos están estudiando si un pronóstico optimista y una actitud positiva ayuda a que las personas se sientan mejor. Aquí se ofrecen algunas sugerencias con las que puede fortalecer un sentido de esperanza:
Planifique sus días como lo ha hecho siempre.
No limite lo que le gusta hacer solo porque tiene cáncer.
Busque razones para tener esperanza. Si le ayuda, anótelas o hable de esas razones con otras personas.
Pase tiempo en la naturaleza,
Reflexione sobre sus creencias religiosas o espirituales.
Escuche historias sobre personas con cáncer que están llevando vidas activas.
Estrés y ansiedad
Tanto durante el tratamiento como después del mismo, es normal tener estrés debido a todos los cambios por los que está pasando en su vida. La ansiedad significa que tiene preocupaciones adicionales, no puede relajarse y siente tensión. Tal vez usted nota que:
Su corazón late con más rapidez.
Tiene dolores de cabeza o dolores musculares.
No siente ganas de comer. O come más.
Tiene malestar estomacal o diarrea.
Siente que tiembla, que está débil o que tiene mareos.
Tiene un nudo en la garganta y en el pecho.
Duerme demasiado o muy poco.
Le resulta difícil concentrarse.
Si siente alguna de estas cosas, hable con su médico. Si bien estos son signos comunes de estrés, usted querrá asegurarse de que no se deben a los medicamentos ni al tratamiento.
El estrés también puede impedir que su cuerpo se cure de la manera en que debería hacerlo.
Si siente preocupación por el estrés, pida a su médico que le sugiera a un consejero con quién hablar. También podría tomar una clase que enseñe formas de sobrellevar el estrés. La clave es encontrar cómo controlar su estrés y no dejar que este le controle a usted.
Tristeza y depresión
Muchas personas con cáncer se sienten tristes. Tienen una sensación de pérdida de su salud y de la vida que tenían antes de enterarse de que tenían la enfermedad. Incluso cuando haya terminado el tratamiento, puede que todavía se sienta triste. Esta es una respuesta normal ante cualquier enfermedad grave. Es posible que lleve tiempo superar y aceptar todos los cambios que están ocurriendo.
Cuando siente depresión, puede sentirse con muy poca energía, con cansancio y sin ganas de comer. En algunas personas, estos sentimientos desaparecen o disminuyen con el tiempo. En otras, estas emociones pueden intensificarse. Los sentimientos dolorosos no mejoran y se interponen en la vida cotidiana. Esto puede ser una afección médica llamada depresión. Para algunas personas, el tratamiento del cáncer puede haber contribuido a este problema cambiando la manera en que funciona el cerebro.
Cómo obtener ayuda para la depresión
La depresión tiene tratamiento. A continuación se detallan signos comunes de depresión. Si usted tiene alguno de los siguientes signos durante más de 2 semanas, hable con su médico acerca del tratamiento. Sepa que algunos de estos síntomas podrían deberse a problemas físicos, por lo que es importante que hable acerca de los mismos con su médico.
Signos emocionales:
Sentimientos de tristeza que no desaparecen
Sentirse paralizado emocionalmente
Sentirse nervioso o tembloroso
Tener un sentimiento de culpa o sentirse que no vale nada
Sentirse indefenso o desesperado, como que la vida no tiene sentido
Sentirse irritable, con mal humor
Le resulta difícil concentrarse, se siente con la mente en otro lado
Llanto por largos ratos o muchas veces al día
Se enfoca en las preocupaciones y los problemas
Falta de interés en pasatiempos y en actividades que solía disfrutar
Le resulta difícil disfrutar las cosas cotidianas, tales como la comida o estar con la familia y los amigos
Piensa en hacerse daño
Pensamientos sobre cómo suicidarse
Cambios en el cuerpo:
Aumento o pérdida de peso involuntario que no se debe a la enfermedad ni al tratamiento
Trastornos del sueño, tales como no poder dormir, tener pesadillas o dormir demasiado
Palpitaciones, sequedad de la boca, aumento de la sudoración, malestar estomacal, diarrea
Cambios en su nivel de energía
Fatiga que no desaparece
Dolores de cabeza, otros malestares y dolores
Si su médico piensa que usted padece depresión, puede recetarle medicamentos para ayudarle a que sienta menos tensión. O, puede remitirle a otros expertos. No sienta que tiene que controlar estos sentimientos por su cuenta. Obtener la ayuda que necesita es importante para su vida y su salud.
Culpa
Si se siente culpable, sepa que muchas personas con cáncer se sienten así. Es posible que se culpe por afectar a las personas que quiere, o que le preocupe ser de algún modo una carga para los demás. O puede envidiar la buena salud de los demás y se avergüence de este sentimiento. Podría culparse por haber elegido un estilo de vida que usted cree ha contribuido al cáncer.
Todos estos sentimientos son muy comunes. Es posible que le ayude compartirlos con alguien. Notifique a su médico si le gustaría hablar con un consejero o ir a un grupo de apoyo.
"Cuando empiezo a sentirme culpable de haber causado mi enfermedad, pienso en cómo los niños pequeños pueden padecer cáncer. Con eso me doy cuenta de que el cáncer puede suceder sin razón. No es mi culpa".
Rebeca
Soledad
Las personas con cáncer se sienten a menudo solas o distanciadas de los demás. Esto se puede deber a varias razones:
Es difícil para los amigos abordar el tema del cáncer y pueden no visitarle ni llamarle por teléfono.
Usted puede sentirse muy mal como para participar en los pasatiempos y en las actividades que solía disfrutar.
Y, a veces, aun cuando está con las personas que quiere, es posible que sienta que nadie entiende por lo que está pasando.
También es normal que se sienta solo después del tratamiento. Es posible que extrañe el apoyo que recibía de su equipo de atención de salud. Muchas personas tienen la sensación de que le han retirado su red de seguridad y de que reciben menos atención. Es común que aún se sienta desconectado de ciertos amigos o familiares. Puede que algunos de ellos piensen que ahora que el tratamiento ha finalizado, usted pronto volverá a la normalidad aunque puede que esto no sea cierto. Es posible que otros quieran ayudar pero no sepan cómo hacerlo.
Busque apoyo emocional de diferentes maneras. Podría ayudarle hablar con otras personas que tienen cáncer o unirse a un grupo de apoyo. O bien, puede sentirse mejor si habla solo con un amigo cercano o con un familiar, o con un consejero, o con un miembro de su comunidad religiosa o espiritual. Haga lo que crea es adecuado para usted.
Gratitud
Algunas personas ven su cáncer como una 'llamada de atención'. Se dan cuenta de la importancia de disfrutar las cosas pequeñas de la vida. Van a lugares donde nunca han estado. Terminan proyectos que habían empezado pero dejaron de lado. Pasan más tiempo con los amigos y la familia. Reanudan las amistades rotas.
Puede ser difícil al principio, pero puede haber alegría en su vida si tiene cáncer. Ponga atención a las cosas que hace cada día que le hacen sonreír. Pueden ser tan sencillas como tomar una buena taza de café o hablar con un amigo.
Usted puede también hacer las cosas que le son más especiales, como estar en la naturaleza o rezar en un lugar que tiene significado para usted. O, podría practicar un deporte que le gusta o cocinar una buena comida. Cualquiera que sea la actividad que elija, siempre que pueda, haga las cosas que le dan alegría.
Otras maneras de hacer frente a sus emociones
Exprese sus sentimientos
Las personas se han dado cuenta de que cuando expresan sentimientos fuertes como enojo o tristeza, están en más capacidad de liberarse de ellos. Algunas personas ordenan sus sentimientos hablando con amigos o familiares, otros supervivientes de cáncer, un grupo de apoyo, o un consejero. Pero aún si prefiere no hablar de su cáncer con otros, puede ordenar sus sentimientos pensando acerca de ellos o anotándolos.
Busque lo positivo
En ocasiones esto significa buscar lo bueno incluso en tiempos malos o tratar de estar esperanzado en lugar de pensar lo peor. Trate de usar su energía para enfocarse en el bienestar y en lo que puede hacer para mantenerse lo más saludable posible.
No se culpe por su cáncer
Algunas personas creen que tienen cáncer como resultado de algo que hicieron o que no hicieron. Recuerde, cualquier persona puede tener cáncer.
No trate de estar con entusiasmo si no lo está
Muchas personas dicen que en ocasiones quieren tener la libertad de rendirse ante sus sentimientos. Como dijo una mujer, "cuando la situación se pone muy mal, simplemente le digo a mi familia que estoy teniendo un mal día con el cáncer, subo las escaleras y me meto en la cama".
Usted elije cuándo hablar acerca de su cáncer
Puede que a la gente le resulte difícil saber cómo hablar con usted acerca de su cáncer. A menudo los seres queridos tienen buenas intenciones, pero no saben qué decir o cómo actuar. Usted puede hacer que se sientan a gusto si les pregunta qué piensan o cómo se sienten.
Encuentre maneras que le ayuden a relajarse
Cualquiera que sea la actividad que le ayude a relajarse, debe tomarse un tiempo para hacerla. La meditación, la visualización guiada y los ejercicios de relajación son solo algunas maneras que han mostrado ser beneficiosas para otras personas; esto puede ayudar a que se relaje cuando siente preocupación.
Esté lo más activo que pueda
Salir de la casa y hacer algo puede ayudarle a enfocarse en otras cosas además del cáncer y de las preocupaciones que esta situación conlleva. El ejercicio o el yoga suave y los estiramientos también pueden ayudarle.
Busque las cosas que disfruta
Puede que le gusten pasatiempos como la carpintería, la fotografía, la lectura o las manualidades. O busque actividades creativas como el arte, la música o el baile.
Determine lo que puede controlar
Algunas personas dicen que ordenar sus vidas ayuda. Participar en su atención médica, asistir a sus citas y hacer cambios en su estilo de vida son cosas que están bajo su control. Incluso establecer un programa diario puede darle un sentido de control. Y si bien nadie puede controlar todos los pensamientos, algunos dicen que tratan de no pensar obsesivamente en las cosas que les causan temor.
"Tengo días buenos y días malos. Pero trato de que hayan más días buenos que malos y me enfoco en aspectos de mi vida que puedo controlar. Trato de disfrutar de mi familia, mis amigos y las cosas pequeñas de la vida".
Luisa
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