Descripción general
El dengue es una enfermedad transmitida por mosquitos, y ocurre en zonas tropicales y subtropicales del mundo. El dengue leve puede ocasionar fiebre alta y síntomas similares a la gripe. Una forma grave del dengue, también llamada "fiebre hemorrágica del dengue", puede ocasionar sangrado intenso, descenso repentino de la presión arterial (choque) y la muerte.
Los investigadores están trabajando en vacunas contra el dengue. Por el momento, en las zonas en las que el dengue es común, las mejores formas de prevenir la infección son evitar las picaduras de mosquitos y tomar medidas para reducir la población de mosquitos.
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Bibliografía: Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de Mayo Clinic) 5.ª edición
Síntomas
Muchas personas no tienen ningún signo ni síntoma de una infección por dengue.
Es posible que cuando se presenten los síntomas se los confunda con otras enfermedades, como la gripe. Suelen comenzar de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado.
La fiebre del dengue causa una fiebre alta de 104 grados Fahrenheit (40 grados Celsius) y cualquiera de los siguientes signos y síntomas:
Dolor de cabeza
Dolores musculares, óseos o articulares
Náuseas
Vómitos
Dolor detrás de los ojos
Glándulas inflamadas
Sarpullido
La mayoría de las personas se recupera en aproximadamente una semana. En algunos casos, los síntomas empeoran y pueden ser mortales. Esto se llama dengue grave, fiebre hemorrágica del dengue o síndrome de choque del dengue.
El dengue grave ocurre cuando los vasos sanguíneos se dañan y tienen fugas, y cuando disminuye la cantidad de células formadoras de coágulos (plaquetas) en el torrente sanguíneo. Esto puede llevar a un estado de choque, sangrado interno, insuficiencia orgánica e incluso la muerte.
Los signos de advertencia de la fiebre del dengue grave, que es una emergencia que pone en riesgo la vida, pueden presentarse rápidamente. Los signos de advertencia suelen comenzar uno o dos días después de que la fiebre desaparece y pueden incluir lo siguiente:
Dolor intenso de estómago
Vómitos persistentes
Sangrado de las encías o la nariz
Sangre en la orina, las heces o los vómitos
Sangrado debajo de la piel, que podría tener el aspecto de un moretón (hematoma)
Dificultad para respirar o respiración rápida
Fatiga
Irritabilidad o inquietud
Cuándo consultar al médico
El dengue grave es una emergencia médica mortal. Busca atención médica de inmediato si estuviste recientemente una zona donde se sabe que hay dengue (zona endémica), tuviste fiebre y presentas alguna de las señales de advertencia. Entre las señales de advertencia se incluyen el dolor de estómago intenso, los vómitos, la dificultad para respirar o la presencia de sangre en la nariz, las encías, en el vómito o en las heces.
Si viajaste recientemente y tienes fiebre y síntomas leves de dengue, llama al médico.
Causas
La fiebre del dengue es causada por cualquiera de los cuatro virus del dengue. No se puede contraer la fiebre del dengue por estar cerca de una persona infectada. En cambio, la fiebre del dengue se transmite a través de las picaduras de mosquitos.
Los dos tipos de mosquitos que más a menudo propagan el virus del dengue son comunes dentro de las viviendas humanas y en sus alrededores. Cuando un mosquito pica a una persona infectada con un virus del dengue, el virus ingresa al mosquito. Luego, cuando el mosquito infectado pica a otra persona, el virus ingresa en el torrente sanguíneo de la persona y causa una infección.
Cuando te recuperes de la fiebre del dengue, tendrás inmunidad a largo plazo al tipo de virus que te infectó, pero no a los otros tres tipos de virus de la fiebre del dengue. Esto significa que puedes volver a infectarte en el futuro por uno de los otros tres tipos de virus. El riesgo de desarrollar fiebre del dengue grave aumenta si tienes fiebre del dengue por segunda, tercera o cuarta vez.
Factores de riesgo
Corres mayor riesgo de contraer el dengue o una forma más grave de la enfermedad si:
Vives en regiones tropicales o viajas a ellas. Estar en regiones tropicales y subtropicales aumenta el riesgo de exposición al virus que causa el dengue. Entre las zonas de mayor riesgo se encuentran el sudeste asiático, las islas del Pacífico occidental, América Latina y África.
Ya tuviste dengue. Una infección anterior por el virus del dengue aumenta el riesgo de padecer síntomas graves si vuelves a contraer la enfermedad.
Complicaciones
El dengue grave puede causar hemorragias internas y daños en los órganos. La presión arterial puede descender a niveles peligrosos y causar choque. En algunos casos, el dengue grave puede provocar la muerte.
Las mujeres que contraen dengue durante el embarazo pueden contagiar el virus al bebé durante el trabajo de parto. Además, los bebés de las mujeres que contraen dengue durante el embarazo tienen un mayor riesgo de parto prematuro, de bajo peso al nacer o de sufrimiento fetal.
Prevención
Evita las picaduras de mosquitos
La Organización Mundial de la Salud insiste en que la vacuna no es una medida eficaz por sí sola para reducir el dengue en áreas en las que la enfermedad es común. La prevención de las picaduras y el control de la población de mosquitos siguen siendo los principales métodos para prevenir la propagación de esta enfermedad.
Si viajas a zonas donde el dengue es común o vives allí, los siguientes consejos te ayudarán a reducir el riesgo de picaduras de mosquitos:
Permanece en ambientes con aire acondicionado y bien protegidos con mosquiteros. Los mosquitos que transmiten el virus del dengue son más activos del amanecer al atardecer, pero también pican a la noche.
Usa ropa de protección. Cuando ingreses a una zona infestada de mosquitos, usa camisas de manga larga, pantalones largos, calcetines y zapatos.
Usa repelente para mosquitos. Puedes aplicar permetrina sobre la ropa, los zapatos, el equipo de campamento y los mosquiteros de cama. También puedes comprar ropa que ya contenga permetrina. Para la piel, usa un repelente que contenga al menos una concentración del 10 % de dietiltoluamida.
Reduce el hábitat de los mosquitos. Los mosquitos que transmiten el virus del dengue normalmente viven dentro de los hogares y alrededor de estos y se reproducen en aguas estancadas que se pueden acumular en objetos como neumáticos de automóviles. Puedes ayudar a reducir las poblaciones de mosquitos si eliminas los hábitats donde ponen huevos. Al menos una vez a la semana, vacía y limpia los contenedores con agua estancada, como macetas, comederos de animales y floreros. Mantén cubiertos los contenedores de agua estancada entre una limpieza y la siguiente.
Diagnóstico
Diagnosticar la fiebre del dengue puede ser difícil debido a que los signos y síntomas pueden confundirse fácilmente con aquellos de otras enfermedades, como chikunguña, virus del Zika, malaria y fiebre tifoidea.
El médico probablemente te preguntará sobre tus antecedentes médicos y de viajes. Asegúrate de describir los viajes internacionales en detalle, incluso los países que visitaste y las fechas, así como también cualquier contacto con mosquitos que puedas haber tenido.
Tu médico también puede extraer una muestra de sangre para analizarla en un laboratorio en busca de evidencia de infección con uno de los virus del dengue.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para la fiebre del dengue.
Mientras te estés recuperando del dengue, bebe mucho líquido. Llama al médico de inmediato si tienes alguno de los siguientes signos y síntomas de deshidratación:
Disminución de la orina
Poca cantidad de lágrimas o ausencia de estas
Boca o labios secos
Letargo o confusión
Extremidades frías o húmedas y pegajosas
El acetaminofén de venta libre (Tylenol y otros) puede ayudar a reducir los dolores musculares y la fiebre. Pero si tienes dengue, debes evitar otros analgésicos de venta libre como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) y el naproxeno sódico (Aleve).
Estos analgésicos pueden aumentar el riesgo de sangrados por dengue.
Si tienes un cuadro grave de dengue, es posible que necesites:
Atención médica complementaria en un hospital
Líquidos intravenosos y reemplazo de electrolitos
Control de la presión arterial
Transfusión para reemplazar la pérdida de sangre
Tomado de Clinica Mayo
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