Según un informe de la Sociedad Americana del Corazón, más de la mitad de los hombres que sufren un paro cardíaco repentino han tenido síntomas previos, incluso hasta un mes antes de que sucediera el evento. Aprende a reconocer esas señales para que estés informado y puedas estar alerta en caso de que tú o alguien que conoces lo necesite.
Aunque siempre son inesperados, pues nadie quisiera sufrir un paro cardíaco, estos episodios que ponen en riesgo la vida no son tan repentinos como se cree. Así lo indica un estudio reciente que fue presentado en las Sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón del 2013, según el cual más de la mitad de los hombres podrían tener señales previas, hasta un mes antes, de que el paro cardíaco ocurra.
Esta investigación es parte de otra que ya lleva 11 años en curso, denominada Estudio de Muertes Repentinas Inesperadas de Oregon, que involucra a un millón de personas del área metropolitana de Portland. Por eso, los investigadores – del Instituto del Corazón de Cedars-Sinai, en Los Ángeles, Estados Unidos- consideraron los datos de hombres de entre 35 y 65 años de edad que habían sufrido paros cardíacos fuera del hospital, entre el 2002 y el 2012, en busca de información sobre sus síntomas y su historia de salud. Así encontraron que, de 567 hombres que sufrieron un paro cardiaco fuera del hospital, el 53 por ciento tuvo síntomas previos. En casi el 80 por ciento de los casos, esas señales se produjeron entre cuatro semanas y una hora antes del evento. ¿Qué sintieron? El síntoma más llamativo fue el dolor de pecho (experimentado por el 56 por ciento de los participantes), seguido por falta de aire o dificultad para respirar (13 por ciento) y mareos, desmayos o palpitaciones (4 por ciento). La mayoría de los hombres tenían alguna enfermedad en las arterias del corazón, pero sólo alrededor de la mitad de ellos habían recibido atención médica por esa causa antes del paro cardíaco.
Recuerda que un paro cardíaco es diferente al infarto del miocardio o ataque al corazón, aunque ambos pueden dejar secuelas permanentes en las personas que los sufren y pueden tener consecuencias tan serias como la muerte. Un paro cardiaco se produce cuando por algún motivo el corazón deja de bombear la sangre, que va hacia el cuerpo y distribuye el oxígeno y los nutrientes que necesitan las células (a veces se dice que se trata de un paro cardiorespiratorio, en este caso los pulmones también dejan de funcionar). Por otro lado, cuando se produce un infarto, el corazón continúa latiendo pero la sangre no puede llegar a él (o a una parte de él) porque uno o más vasos sanguíneos se encuentran obstruidos (tapados). Un ataque cardíaco o infarto, si es demasiado severo, puede provocar un paro cardíaco, pero no al revés.
En ambos casos se trata de una situación de emergencia en la que cada minuto cuenta. Por eso, aprende a reconocer las señales de ambos episodios, para que puedas estar alerta y a reaccionar de inmediato. En el caso de un paro cardíaco, ya lo sabes, los síntomas de alerta pueden aparecer hasta un mes antes, así es que presta atención a señales como:
dolor en el pecho
falta de aire
mareos, desmayos o palpitaciones
Recuerda que estos síntomas también pueden ser señales de otras condiciones, pero si se presentan, no esperes, visita a un médico para que te examine y para que te indique qué es lo más indicado en tu caso en particular.
Además, es importante que disminuyas y evites factores de riesgo que puedan poner la salud de tu corazón en peligro. Para eso, podría ser suficiente con seguir hábitos de vida saludables como:
Mantener controladas la presión arterial, la glucemia (el azúcar en la sangre) y el nivel de colesterol en la sangre.
No fumar y limitar el consumo de alcohol.
Evitar el sobrepeso.
Llevar una dieta saludable y balanceada, que sea baja en grasas saturadas y productos de origen animal y alta en frutas, verduras y granos integrales.
Hacer ejercicios de manera regular (pero consulta con tu médico si debes tener algún cuidado en particular).
Procurar evitar el estrés y dormir suficiente.
Anímate, todas estas prácticas no sólo mejorarán la salud de tu corazón sino también tu calidad de vida. Y recuerda que no debes ignorar ninguna señal de alerta, como mareos, palpitaciones, falta de aire y/o dolor en el pecho, ya que podrían indicarte que algo más serio se avecina, incluyendo un paro cardíaco. El seguir un estilo de vida saludable y el prestar atención a las señales que te da tu cuerpo, puede ayudar a evitar un desenlace serio en el futuro.
Vida y Salud Media Group
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