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7 pasos para afrontar las emociones difíciles

Las emociones difíciles lo son cuando no hemos aprendido a generar los suficientes recursos como para poder experimentar lo que nos molesta o a lo que tememos. Así es, se presenta como a lo que aún no hemos querido hacer frente de nosotros mismos. Estas emociones se vuelven difíciles para nosotros cuando nos resistimos a sentirlas.


Es común complicarnos muchas veces sin ser conscientes, y, por ello, hoy te vamos a dar unas indicaciones para que afrontes las emociones difíciles que frenan tu libertad y ayudarte así a tomar decisiones y actuar en consecuencia.


Estas emociones que consideramos como difíciles son las que realmente nos hacen sufrir y, además, acaban desencadenando en nosotros conductas indeseables e inapropiadas. Habitualmente ¿qué consideramos como una emoción difícil? Son aquellas que impedimos que se manifiesten y por tanto las que reprimimos. Lo hacemos porque nos generan un dolor emocional que no sabemos cómo gestionar.


Compartimos una excelente reflexión de Rumi acerca del significado de las emociones difíciles:

«Ser humano es como vivir en una casa de huéspedes: Cada mañana hay una nueva llegada.
Un gozo, una depresión, una maldad, una momentánea percepción que llega como un visitante inesperado. ¡Dales la bienvenida y acógelos a todos! Incluso aunque sean una multitud de tristezas, que violentamente barren tu casa ya vacía de tus muebles, honra a tus huéspedes; Quizá te estén enseñando algo para tu regocijo.
Al pensamiento oscuro, la vergüenza, la malicia, recíbelos en la puerta sonriendo, e invítales a entrar. Estate agradecido a quien quiera que venga, porque cada uno de ellos ha sido enviado como una guía desde el más allá».
Yalal ad-Din Muhammad Rumi

Los 7 pasos que te vamos a indicar a continuación para afrontar las emociones difíciles tienen como objetivo, ya no solo aliviar tu sufrimiento y los daños que se originan con cada impacto emocional, sino también que aprendas a transformar esa energía en resultados positivos para vos, gracias a una mejor comprensión y auto-cuidado.


1.Parate

Cuando sintás que estás generando una emoción muy intensa y desagradable es importante que te parés, que pongas ahí tu atención, concentrándote en ese movimiento emocional que está iniciándose en tu interior.


Nuestro primer impulso, habitualmente, es el de reaccionar o tapar esa emoción que está naciendo, tendemos a actuar de modo irreflexivo. En este paso es importante que aprendás a parar, detenerte para que frenés esa tendencia, y reflexionés e indagués sobre lo que está ocurriendo en tu mundo interior. Al principio es normal que te resulte difícil, sin embargo, ensayándolo una y otra vez acabarás siendo capaz de hacerlo con una mayor facilidad.


2. Respirá y serenate

Una vez que has aprendido a pararte, el siguiente paso es el de serenarte. Podés hacerlo llevando tu atención a la respiración y al cuerpo. Si notás que la sensación es muy intensa, es conveniente que respirés hondo al menos dos veces para aflojar esa sobreactivación.


Nuestra tendencia es la de evitar las sensaciones desagradables, en esta ocasión se trata de que las percibás con un mayor detalle para que podás relajarlas y ablandar las zonas afectadas por la tensión emocional. Así es como dejás un espacio para que la emoción se exprese a través del lenguaje corporal. Una vez relajada esta sensación podrás hacerte más presente con la experiencia que estás viviendo.

Fuente: SashSegal


3. Tomá conciencia de la emoción

En este paso es importante que te familiarices con la emoción que estás experimentando, generalmente puede que la hayas negado, por lo que no la conocés tan bien como creés. Ahora es el momento de identificarla, ponerle nombre y vivenciarla a través de la experiencia directa.


Cuando le prestés atención en el momento que se genera en ti, notarás que te provoca ciertos cambios corporales, fijate con detenimiento y curiosidad en esas sensaciones. Para la toma de conciencia reflexioná acerca de qué situaciones son las que desencadenan esta emoción en vos. Pueden ser personas, circunstancias, una frase, un recuerdo, etc. Intentádetectar los aspectos clave que hacen que generes esa emoción.


Darle un nombre te ayudará a apaciguarla. Una vez que te hayas hecho más consciente de qué tipo de aspectos la desencadenan, sin juzgar a la emoción, preguntate qué es lo que te está queriendo decir sobre vos, pensá en si ella pudiera hablarte qué es lo que te diría. Así poco a poco comenzarás a atravesar la experiencia emocional, con el enriquecimiento que supone.


4. Aceptá la experiencia y permití la emoción

Al observar la emoción, no te has opuesto a ella con la habitual resistencia, así es como has permitido que sea tal y como es. Al principio es normal que sintás aversión, sobre todo ante esas sensaciones que te produce, pero no luchés contra ellas, simplemente seguí los pasos que te hemos indicado.


Esta es la forma real de poder aceptar la emoción, y de que creés el espacio necesario para darle cabida y voz. de que dejés que se exprese sin restricciones, así es como aprenderás a integrarla en tu realidad. Este es uno de los pilares fundamentales de la meditación, el proceso de aceptar la experiencia tal y como es.


5. Aprendé a darte cariño

Cuando has aprendido a aceptar tu emoción, significa que has hecho un trabajo de autocompasión en el que has aprendido a comprenderte mejor. Esto sucede cuando no juzgás lo que sentís y experimentás, y lo acogés como algo que forma parte de tvos. Al no luchar contra tvos mismo te estás aportando cariño y protección. Si esa sensación, que puede ser de rabia o malestar, te supera, es importante que te cuidés yendo a tus principales fuentes de amor, ya sean familiares o buenas amistades, para poder aliviar la angustia.


6. Soltá la emoción y dejala ir

Cuando ya hayas experimentado la emoción, es bueno que te desidentifiqués de ella. Pensá que no sos la emoción, solamente la has albergado durante un periodo de tiempo para que te ayudara con la situación que estabas viviendo.


Si lo necesitás podés decirte a ti mismo: «yo tengo esta emoción, pero no soy la emoción». Al soltar la emoción dejás que sigan fluyendo en vos todo el repertorio de emociones por las que vas pasando. Esa es al salida para no estancarse en un sufrimiento innecesario.

Fuente: TheoLeo



7. Decidí cómo actuar ante tus emociones difíciles

Has aprendido ya a estar presente con tus emociones difíciles, ya que ha pasado lo peor, y hay que tomar una decisión sobre si es necesario actuar o no. La situación que ha generado la emoción requiere una respuesta, tendrás que considerar si has de dar esa respuesta ya o, por el contrario, necesitas un tiempo prudente para poder actuar. Quizás solo necesitabas comprender y ya no hay nada más que hacer. Todo esto ya es algo que puedes razonar desde tu serenidad.

 

Crear salud

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